La velocidad de escape es la velocidad mínima que se le tiene que aplicar a un cuerpo en la superficie de la tierra para que consiga librarse de la atracción de la grabedad en su ascenso vertical, si no existe empuje posterior. Pero si aplicamos un empuje vertical superior a la atracción de la grabedad en cada punto de forma continuada, conseguiríamos que un cuerpo ascendiese lentamente hasta que avandonase la tierra (en el caso de un cohete, con un consumo de combustible desorbitado)