En la mitología romana, Plutón era el dios del mundo subterráneo, pero en parte le pusieron ese nombre por ser las iniciales de Percival Lowell, detallado a continuación.

En la decada de 1920, los astrónomos pensaban que además de Neptuno, debía haber otro planeta aún no descubierto que fuera el eslabón perdido dentro del Sistema Solar. En 1894, el astrónomo Percival Lowell mandó la construcción de un telescopio en Arizona para intentar encontrar al planeta que faltaba. Hizo sus cálculos, pero nunca encontró lo que había estado buscando. Sus estudios los prosiguió Clyde Tombaugh, quien tomaba fotografías del cielo en diferentes días. Mediante un aparato que mostraba las fotografías una después de otra, el astrónomo observó un punto que se movía lentamente, por lo cual no podía ser una estrella. Era el año 1930, año en el que se descubrió el noveno planeta de nuestro sistema.

Ninguna sonda ha visitado Plutón hasta ahora. La New Horizons se dirige veloz a este planeta enano.

Desde hace mucho tiempo, se había planeteado que Plutón no debería considerarse como planeta, porque sus características son bastante diferentes a las del resto de planetas del Sistema Solar.

Una de ellas es su irregular órbita: inclinada 17º de la de La Tierra, es la órbita más excéntrica de todas, y en un 10% de ella está más cerca del Sol que Neptuno, pero nunca chocarán. Otra de ellas es que es el planeta que posee el núcleo de roca más grande en comparación con el tamaño global de Plutón. Por su zona se están descubriendo numerosos cuerpos, denominados objetos transneptunianos (TNO’s) que hacen pensar que Plutón es otro más del grupo.

Por estas razones, en la XXVI Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (UAI), celebrada en agosto de 2006, se redefinió el concepto de «planeta», y desde entonces tenemos que aceptar la idea de que Plutón es meramente un «planeta enano», y no un planeta como hasta ahora lo habíamos llamado.

Es solo una cuestión de semántica, nada más. Nada más concluir la Asamblea, había 8 planetas y 3 planetas enanos: Plutón, Ceres y 2003 UB313. Aunque el debate aún continúa por los defensores de Plutón como planeta.

Caronte fue descubierto en 1978, poco después, los astrónomos observaron muchas veces eclipses de hasta cuatro horas en los cuales el satélite se interponía entre nuestro planeta y Plutón. Gracias a estos eclipses, se pudo determinar los diámetros aproximados de Plutón y su satélite, además de conocer que el planeta tiene una atmósfera muy débil.