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El océano que cubre todo el satélite Europa, luna de Júpiter, contiene aproximadamente el doble de agua líquida que todos los océanos de la Tierra juntos. La nueva investigación realizada por Richard Greenberg de la Universidad de Arizona, sugiere que en ese océano puede haber gran una cantidad de Oxígeno disponible para sustentar vida, cien veces más de lo que se había estimado con anterioridad.



Las posibilidades de que exista vida son inciertas, debido a que ese océano de agua se encuentra por debajo de una costra de hielo de varios kilómetros de espesor, que lo separa del oxígeno que se genera en la superficie por la acción de partículas energéticas cargadas (similares a los rayos cósmicos). Sin oxígeno, se puede concebir que exista vida en las aguas termales del fondo del océano y que esté basada en químicas metabólicas exóticas, como la del azufre o la producción de metano. Sin embargo, aún no está claro si realmente el fondo del océano reúne las condiciones para la misma.

Por tanto, resulta clave preguntarse, si llega Oxígeno suficiente para que se pueda desarrollar un proceso metabólico basado en el Oxígeno que nos resulte familiar. Una respuesta nos puede venir si consideramos la edad de la superficie de Europa. Su geología y la escasez de cráteres de impacto, nos sugiere que la superficie del hielo se renueva constantemente, de manera que, la actual tan solo tiene 50 millones de años, es decir aproximadamente el 1 % de la edad del Sistema Solar.

Greenberg, ha considerado un proceso gradual de tres fases que renueva el material superficial: apertura de grietas que se rellenan con hielo fresco procedente de la parte inferior que modifica las regiones superficiales, sustituyéndolas por hielo nuevo. Recurriendo a la suposición de cómo se generan oxidantes en la superficie, ha encontrado que, su ritmo de producción en el océano es tan rápido, que la concentración de Oxígeno rebasa a la de la Tierra en varios millones de años.

Greenberg afirma, que la concentración de Oxígeno sería lo suficiente grande para mantener no solo a microorganismos, sino también a una “microfauna”, es decir, a animales más complejos como los que precisan un mayor consumo de Oxígeno. El suministro continuo del mismo permitiría sustentar unos tres mil millones de kilos de macrofauna, alcanzando una demanda similar a la de los peces terrestres.

La buena noticia acerca del origen de vida, es que podría existir un retraso de dos mil millones de años antes de que, el primer Oxígeno alcanzara la superficie del océano. Sin ese retraso la primera química prebiótica y las primeras estructuras orgánicas elementales se habrían visto interrumpidas por la oxidación. La oxidación representa una amenaza, a menos que esos organismos hubieran evolucionado desarrollando una protección frente a sus efectos perjudiciales.

Un retraso similar en la producción de Oxígeno en la Tierra probablemente fuera esencial para que se iniciara vida aquí.

Richard Greenberg es el autor del reciente libro titulado “Unmasking Europa: The Search for Life on Jupiter’s Ocean Moon.” (Desenmascarando Europa: La búsqueda de vida en el océano de la luna de Júpiter). Él ha presentado sus conclusiones en la cuadragésima primera reunión de la División para Ciencias Planetarias de la American Astronomical Society.

Fuente: AAS DPS y Universe Today