Cuando una estrella como nuestro sol llega al fin de sus días, (un acontecimiento que tendrá lugar dentro de cinco mil millones de años), comenzará a hincharse enormemente convirtiéndose en una estrella gigante roja.
Su tamaño aumenta engulléndolo todo dentro de la órbita de la Tierra y comienza a pulsar, expandiéndose y contrayéndose a intervalos regulares, finalmente acaba el resto de sus días de vida enfriándose lentamente y convirtiéndose en enana blanca.
Aún tendremos que esperar 5 mil millones de años, pero los astrónomos han encontrado una estrella relativamente cercana atravesando este mismo proceso: la S. Orionis, situada en la constelación de Orión, que pertenece a una estrella variable del tipo Mira.
La S. Orionis pulsa con un periodo de 420 días y durante este ciclo, su brillo cambia en un factor de 500 % mientras su diámetro lo hace en un 20 %. Estos cambios van de 1,9 a 2,3 veces la distancia entre la Tierra y el Sol. Otra manera de medirlo consiste en decir que varía de 400 a 500 radios solares.
Durante estas pulsaciones, la estrella lanza a su alrededor, enormes cantidades de polvo en forma de anillos concéntricos, expandiéndose a una velocidad de 10 km/s. Durante el tamaño mínimo de la estrella, hay más producción de polvo y expulsión de masa coronaría, produciéndose a continuación la expansión de su corteza lanzando materia al espacio
Los astrónomos han estudiado S Orionis con el Telescopio Interferómetro de Gran Tamaño del observatorio meridional europeo situado en Paranal, Chile, empleando sus cuatro telescopios de 8,2 m y cuatro de 1,8m.
Fuente: ESO News Release
Imagen, impresión artística de S. Orinis : http://www.universetoday.com/…/2007-0604star.jpg