Mitología e historia [por Manuel Gutiérrez]
Para aplacar la ira de Posidón, ofendido por Casiopea, Andrómeda fue encadenada a una roca y ofrecida en sacrificio a un monstruo marino que, por orden del dios, asolaba las costas de su país.
Mientras sus padres, Cefeo y Casiopea, esperaban la consumación de la tragedia apareció Perseo volando con sus sandalias aladas. Perseo al ver a la joven desnuda en tan difícil trance se enamoró al instante de ella, por lo que se dirigió a Cefeo y Casiopea para pedirla como esposa a cambio de salvarla.
Sus padres aceptaron, ¡qué otra cosa podían hacer! y el guerrero se abalanzó desde arriba sobre el monstruo y con una hoz lo decapitó. Por si hubiera mirado hacia lo alto, Perseo llevaba en un zurrón la cabeza de Medusa para petrificarlo. (Otras versiones dicen que así sucedió). Al colocar la cabeza de la Gorgona boca abajo sobre un lecho de algas, estas se convirtieron en coral.
Para festejar la victoria se erigieron tres altares a Hermes, Atenea y Zeus, a los que se les sacrificaron, respectivamente, un becerro, una vaca y un toro.
Cefeo y Casiopea accedieron de mala gana a la boda, que se celebró inmediatamente ante la insistencia de Andrómeda. Los festejos fueron interrumpidos por la llegada de Agenor, hijo de Posidón y hermano del rey Belo, al frente de un grupo armado que reclamaba para sí a Andrómeda.
Cefeo y Casiopea faltaron inmediatamente a la palabra dada a Perseo argumentando que se la habían arrancado a la fuerza y que la petición de Agenor era anterior.
Casiopea gritó: ¡Perseo debe morir! Y se desencadenó la tragedia. Perseo mató a muchos de sus adversarios, pero al verse superado en número levantó la cabeza de Medusa de su lecho de coral y al mostrarla petrificó a más de doscientos enemigos.
Posidón colocó a sus padres en el cielo.
Atenea hizo lo propio con Andrómeda por haber insistido en desposarse con Perseo y desde entonces permanecen juntos en el cielo al lado de Pegaso y cerca de sus padres.
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