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Las nuevas observaciones del Telescopio Espacial Hubble han comenzado a eliminar las dudas existentes de las primeras etapas del nacimiento de un planeta.

El Hubble observó una corriente de partículas de forma lenticular alrededor de una joven estrella revelando el proceso mediante el cual se desarrollan los planetas a partir de minúsculos granos de polvo. Las partículas son tan esponjosas como los copos de nieve y aproximadamente unas diez veces más grandes que los típicos granos de polvo interestelares. Se detectaron en una nube lenticular orbitando la vieja estrella AU Microscopii de 12 millones de años de antigüedad. La estrella se encuentra a 32 millones de años luz en el sur de la constelación de Microscopium, en Microscopii.

La esponjosidad de las partículas sugiere, que proceden de otras mucho mayores del tamaño de bolas de nieve, las cuales colisionaron entre si y que no han sido observadas. Estos objetos posiblemente residan en una región que dio lugar al “nacimiento del anillo”, hecho que fue sugerido inicialmente en 2005 por los astrónomos de Berkeley, Linda Strubbe y Eugene Chiang . El anillo se encuentra entre 5,7 a 7,4 miles de millones de km de la estrella. Cuando los objetos de gran tamaño chocan entre si, se forman partículas esponjosas que son lanzadas hacia el exterior debido a la fuerte presión de la radiación estelar.

Hemos visto muchos embriones planetarios y muchos planetas, pero csigue siendo un misterio el ¿como evolucionan los primeros hacia los segundos¿ así lo ha manifestado el astrónomo responsable de las observaciones del Hubble, James Graham de la University of California en Berkeley. Estas observaciones nos ayudarán a comprender estas lagunas.

Estos resultados han sido presentados el dia 7 de enero por Paul Kalas de la University of California en Berkeley y Brenda Matthews del Herzberg Institute of Astrophysics de Victoria en la reunión astronómica americana de Seattle en Washington.

Los astrónomos utilizaron para la exploración una Cámara Fotográfica Avanzada, coronógrafos y filtros polarizadores para analizar la luz estelar reflejada por el disco de escombros. El coronógrafo, impidió el paso de la luz brillante de la estrella, permitiendo de este modo a los astrónomos, observar únicamente la luz reflejada por casi el mismo borde del disco de escombros. Los filtros polarizadores permiten a los astrónomos estudiar como refleja la luz el polvo estelar. El polvo presente en nuestra atmósfera refleja la luz solar de tal modo, que solo la radiación de corta longitud de onda y bajo un determinado ángulo se refleja hacia nosotros. Las gafas de sol polarizadas se aprovechan de este efecto para eliminar todas las reflexiones, a excepción de las que estén alineadas con el material polarizante del filtro.

Los astrónomos utilizaron la luz polarizada del disco de AU Microscopio, para obtener información acerca del tamaño, forma y otras características físicas del polvo. Los astrónomos también han observado otros discos que circundan otras estrellas con luz polarizada, pero este es el primer estudio en el que se ha logrado comprender el tamaño y la estructura de las partículas en el interior de un disco de escombros estelares.
El Hubble está adaptado para realizar estas observaciones, debido a su agudeza y capacidad para analizar con precisión la luz polarizada, sin que sea degradada por la atmósfera terrestre. El disco observado por el Hubble formó parte posteriormente de la vida de la estrella a partir de los escombros que surgieron tras las colisiones de cuerpos pequeños. Estos cuerpos fueron creciendo paulatinamente, a partir del polvo presente en el disco que rodeaba inicialmente a la estrella recién formada.

Gram. y sus colaboradores se sorprendieron de que estas leves partículas se pudieran reagrupar en forma de disco. Se cree que los discos que rodean a las estrellas son lugares activos y turbulentos, añadió Gram. “Resulta difícil de entender, porqué las partículas esponjosas podrían crecer y subsistir en tales circunstancias. Pero, posiblemente existan zonas tranquilas donde las turbulencias hayan amainado y estas partículas hayan podido reagruparse y crecer. Los discos generadores de planetas son sin lugar a dudas, más complejos de lo que pensamos actualmente.

La evidencia aportada por el Hubble observando acontecimientos en el disco de escombros de AU Microscopii, pueden ir paralelos al desarrollo primigénio de nuestro sistema solar.
“Si retrocediéramos 4,5 miles de millones de años atrás en la formación del sistema solar, el cinturón de Kuiper posiblemente se parecería al anillo naciente de AU Microscopii,” ha manifestado Kalas, profesor auxiliar de astronomía de Berkeley. El cinturón de Kuiper constituye una reserva de material helado desde el nacimiento de nuestro sistema solar.

Los planetas de nuestro sistema solar caen dentro del cinturón de Kuiper. Igualmente la versión del cinturón de Kuiper del interior de AU Microscopii, representa una laguna que pudo haber sido tallada por uno o más de los planetas no vistos aún.

La AU Microscopii es una enana roja, el tipo de estrella mas común en nuestra galaxia de la Vía Láctea. Es el laboratorio perfecto, para estudiar como se forman los planetas continuamente alrededor de las estrellas. Las enanas rojas son más ténues, frías y menos masivas que nuestro sol.

Estas conclusiones aparecieron el 1 de enero de 2007 en el Astrophysical Journal.

Fuente: http://hubblesite.org/newscenter/archive/releases/2007/02/full/