Marte tiene dos caras. No, no los tipos de caras que piensas, nos referimos a las diferencias notables entre los hemisferios sur y norte. Marte tiene tierras bajas en el norte y tierras altas en el sur. Esta disparidad ha extrañado durante mucho tiempo a los científicos planetarios, la mayoría estaba de acuerdo en que en la edad temprana de Marte, los impactos modelaron la superficie del planeta. Pero muchos no estuvieron de acuerdo en si fue un gran impacto o muchos pequeños impactos los que dieron la forma a Marte. Ahora los científicos del Insituto Tecnológico de California han averiguado por modelos computerizados que la dicotomía de Marte puede explicarse por un gran impacto en la historia temprana del planeta.
«Se puede decir que la dicotomía es el rasgo más antiguo de Marte,» dijo Oded Aharonson de Caltech. Los científicos creen que las diferencias entre los dos hemisferios surgieron hace más de 4.000 millones de años.
Previamente, los científicos descartaron la idea de un solo y gran impactador que hubiese creado las elevaciones más bajas del hemisferio norte de Marte, dijo Margarita Marinova, estudiante graduada en Caltech, y una de las autoras principales del estudio.
Por una cosa, Marinova explicó que se pensaba que un simple impacto dejaría una huella circular, pero el contorno de las tierras bajas del hemisferio norte es elíptico. Hay también una marcada carencia de borde de cráter: la topografía se incrementa suavemente desde las tierras bajas a las altas sin material concentrado en medio, como es el caso de los pequeños cráteres. Finalmente, se creía que un gran impactador destruiría el registro de su propia ocurrencia derritiendo una fracción grande del planeta y formando un océano de magma.
«Nos propusimos mostrar que es posible hacer un gran cráter sin derretir la mayor parte de la superficie de Marte,» dijo Aharonson. El equipo modeló un rango de parámetros de proyectiles que podrían producir una cavidad con el tamaño y elipticidad de las tierras bajas de Marte sin derretir el planeta entero o hacerle un borde de cráter.
El equipo ejecutó 500 simulaciones de ordenador combinando varias energías, velocidades y ángulos de impactos. Finalmente, pudieron reducirlo a un pequeño rango de parámetros para hacer exactamente el mismo tipo de cráter de Marte. Su supercomputadora dedicada les permitió ejecutar simulaciones que no se habían hecho en el pasado.
Las condiciones de simulación del rango de parámetros sugirió una energía de impacto de alrededor de 1029 julios, lo que equivale a unos 100.000 millones de gigatones de TNT. El impactador podría haber golpeado Marte en un ángulo de entre 30 y 60º mientras viajaba a 6 ó 10 km/s. Combinando esos factores, Marinova calculó que el proyectil tenía de 1.600 a 2.700 km de diámetro.
Las estimaciones de la energía del impacto lo sitúan entre el impacto que se pensó que guió a la extinción de los dinosaurios en la Tierra hace 65 millones de años y el impacto que creó la luna de nuestro planeta hace 4.000 millones de años.
Marinova dijo que la coincidencia en la formación de nuestra luna y la dicotomía de Marte no es casualidad. «Este rango de tamaños de impactos solo ocurrió en la historia temprana del Sistema Solar», dijo ella.
Fuente: Universe Today